Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra.Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro en laTierra de Mordor donde se extienden las Sombras.Un Anillo para gobernarlos a todos.Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos yatarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
A tiempos de hoy la fiebre enfermiza del Señor de los Anillos ha pasado ya por todos nosotros. El germen empezó cuando el director Australiano, Peter Jackson, realizó su gran obra maestra: la trilogía cinematográfica del Señor de los anillos. Unas películas dignas del séptimo arte, en otras palabras: bestial. No obstante, no voy a hacer ahora una sinopsis de la película (todos y todas sabemos de que va), ni tampoco del libro (que por cierto es infinitamente mejor), sino que voy a tratar el tema de la realidad en Tolkien.Visto por muchos como solo ficción, mi opinión es que Tolkien se sitúa entre la realidad y la ficción. Se que el mundo que crea Tolkien es pura ficción; se que ni Gollum, ni los elfos, ni los magos, ni los trols, ni la comarca, existen; Sin embargo, los conflictos del Señor de los anillos y el interior de los personajes son reales, muy reales. Los temas como el amor, el odio, la amistad, la lucha entre el bien y el mal son nuestro pan de cada día. Así mismo, los sentimientos que afluyen del corazón de cada uno de los personajes son certeros como que yo existo. Piensan, razonan y sienten el amor y el odio, el orgullo y la rabia, la dignidad y el deshonor, la esperanza y el abatimiento, el poder y el cansancio, la confianza y el miedo. Y esta misma manera de pensar y sentir es la misma que la que tenemos tú y yo. Por eso, aún en la ficción de la historia sigue siendo profundamente real; los diálogos son fieles réplicas a nuestra realidad envolvente. Y es eso, sumado a una narración literaria culta y simple a la vez, llena de sorpresa y buen humor; lo que convierte la trilogía en un éxito, en un pilar de la literatura universal y en una estrella de Hollywood.
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