Berenice, la frontera de la verdad Por fin la novela “Berenice, la hija de Agripa” después de más de 40 años ha llegado a nuestras manos. Howard Fast, un escritor del s.XX., nos embelesa con un estilo rápido de leer, pero sin perder su línea culta y de una exquisita riqueza.Fast nos deleita esta vez con la historia de una de las mujeres que han dado más que hablar en el s. I d.c. Berenice, hija de Agripa y bisnieta de Herodes el Grande, reúne en su sangre dinastías importantes de la historia antigua. El libro trata los traumas infantiles de la princesa y todos sus temores como adulta. La obra, repleta de diálogos profundos, nos muestra detalladamente la evolución de la princesa: la que una vez intentó suicidarse y alguien le salvó la vida.Berenice muestra la evolución de una persona que desesperada intenta suicidarse a una cuya vida colma la plenitud de la existencia. El libro nos enseña como todos necesitamos a alguien que nos saque de esos fondos pozos negros en que caemos y nos enseñe a vivir de otro modo más feliz; Y luego, cuando sea el otro el que cae en otro pozo, entonces serás tu quien le sacarás recordándole lo que te enseño a ti.Es gratificante y sobretodo muy esperanzador ver como Berenice cambia su espíritu y ver como eso afecta a los demás. Berenice que podría haber sido una déspota tirana se convierte en una preciada princesa, en un ángel de ojos verdes y cabellera rojiza.Espero que este libro, como su protagonista, no envejezca nunca y siga luciendo su esplendorosa melena de páginas pelirrojas. A ti Howard Fast que juegas con nuestros sentimientos como cometas en el aire, y a ti Berenice por ser fruto de tu destino, os dedico estas líneas y os doy las gracias por todo lo que en estos días me habéis enseñado de la vida.Esta novela me ha hecho plantearme si vivimos en la mentira sin darnos cuenta. Berenice era vista por el pueblo como la gran ramera cuando en realidad no lo era; era acusada de incesto cuando en realidad su hermano solo le ofrecía protección; se la tenía por bruja, cuando era un profunda judía; etc. Toda la novela discurre entre lo que ella es y lo que el pueblo cree que es, pero ¿Y si es cierto? ¿Y si resulta que nuestras fuentes históricas están basadas en rumores del pueblo y de gente externa a la corte que cegados por la envidia no eran capaces de descubrir la verdad? Por poder puede, sí. Por eso no deberíamos hablar de lo que no sabemos porque podemos convertir en demonios quienes no los son ¡Cuantas calumnias han corrido y corren por el mundo! Tantas veces que juzgamos … Y es cierto, que si Berenice no hubiese sido salvada y ayudada por Simeón habría sido la más cruel de las princesas de galilea, siguiendo con la sangre de Herodes. Pero, ¿y su educación?... la falta de cariño en su familia, los maltratos de su padre Herodes, su virginidad perdida por intereses político, su dignidad forzada por su tío bajo las carcajadas incompasivas de su padre, su infancia sepultada por obligaciones y compromisos inevitables … No podemos olvidarnos de todo esto. ¿Quién querría vivir su vida? ¿Quién cambiaría su vida por una vida en la que ya a los trece años todo era crueldad y sufrimiento? Nadie. Entonces…entonces que el pueblo no juzge a la joven Berenice porque muchos son los motivos que han hecho que en su corazón solo exista el odio y el miedo. Y con ello, no pretendo justificar su “supuesta” conducta, sino conseguir un poco más de comprensión para el mundo cruel que nos ha tocado vivir, una segunda oportunidad para todos aquellos que un día se equivocaron.
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